GRACIAS 2020

«Somos lo que nuestros pensamientos han hecho de nosotros. Así que cuídate de lo que piensas. Las palabras son secundarias. Los pensamientos viven y viajan lejos«

– Swami Vivekananda –

Sí, ya lo sabemos, 2020 ha sido un año bastante ‘particular’, difícil e incomprensible para muchos. Pero, ¿tal vez necesario?  Para mí ha sido un año MARAVILLOSO! ¿Por qué? Porque me gusta quedarme con lo positivo, con lo que aporta crecimiento y mejoras a mi vida.

Quedé paralizada por una hernia cervical por casi un mes. Me contagié 2 veces…sí, 2 veces con Covid y ambas quedé en cama por 5 días sintiéndome fatal. Económicamente no fue el mejor año de mi vida. Pasé por momentos personales y familiares bastante fuertes que nunca antes me habían sucedido. A pesar de todo sigo profundamente agradecida de la cuarentena y de cada momento vivido este año. Y sigo repitiendo: este año ha sido una bendición! esos desafíos por los que pasé me trajeron una profunda transformación interior y siento que la vida me sonrió en muchos otros aspectos.

Gracias al homeworking pude invertir el tiempo que perdía desplazandome a la oficina en dormir más y en hacer ejercicio, yoga y meditación todos los días. Me ahorré el estrés que me producía conducir hora y media en carretera cada día y me liberé de la presión de un jefe autoritario que casi me llevó a soltar la toalla. Como consecuencia gané bienestar, tranquilidad  y calidad de vida. Pude ver a mi hija despertar cada día, pude jugar y compartir más con ella, algo que siendo mamá trabajadora me atormentaba la cabeza cuando la vida era ‘normal’.  Almorzar y cocinar en familia, tener el tiempo para comer con consciencia. Con la fortuna de tener bosques alrededor pudimos salir (clandestinamente) a conectar con la naturaleza y crear nuestro pequeño paraíso a pesar del encierro. ¡Sembramos nuestra primera huerta urbana! Una excelente manera de aprender que el planeta es realmente abundante. Empezamos nuestras aventuras en autocaravana, viajando, conociendo y aprendiendo en familia. Puse a andar finalmente mi proyecto de vida, dando mi primer instructorado para profesoras de yoga a un grupo de mujeres maravillosas, ¡más que alumnas fueron mis maestras! Y me hicieron sentir apoyada y acompañada en todo momento. ¡Qué importante es estar alineado a la misión de vida! Los sueños siempre se pueden hacer realidad indistintamente de las circunstancias.

Pudimos respirar aire más limpio, pudimos ver los Alpes más a menudo que cuando la vida era ‘normal’. La vida salvaje recuperó muchos espacios y la tierra respiró. Nos dimos cuenta de que no es necesario ir de shopping para llenar el vacío interior y muchas familias y amigos retomaron el contacto gracias al zoom. Muchos entendieron por primera vez lo que significa empatía y se pusieron su máscara para cuidar a los más frágiles. Muchos otros aún no lo entienden y qué le vamos a hacer…

Sé que a unos se les ha hecho más duro que a otros, incluyendo la pérdida de seres queridos, yo también estuve a punto de perder a uno. Pero estamos aquí de paso y la muerte es una decisión del alma en pacto con un plan divino. Nos vamos de este plano cuando nos toca. Duele sí, pero en vez de enfocarse en el vacío y la nostalgia, ¿por qué no agradecer el amor recibido y los momentos compartidos? Pronto nos volveremos a encontrar, el tiempo es solo una ilusión.

Otros perdieron su empleo y tienen grandes presiones económicas. Tal vez no sea un infortunio, quizás la vida les esté dando la oportunidad de desarrollar su verdadero potencial y salir de su zona de confort?

Estamos mal acostumbrados a la filosofía de una economía competitiva y que tiene que crecer sin parar. Y eso está bien, lo que está mal es cumplir con ese requisito pasando por encima de nuestras familias, nuestra sociedad y el planeta. En el pasado siempre hubo años ‘malos’ con sequías o inundaciones que dañaban las cosechas. Nuestros antepasados oraban y hacían sacrificios a sus dioses para pedir lluvia y buenas recolectas. No es muy diferente a lo que sucede ahora. Si estamos viviendo una guerra biológica o el producto de una sopa mal combinada es mejor enfrentar la situación con buena actitud. El miedo y la paranoia solo nos intoxican. A pesar de la noche y la tormenta, el sol siempre vuelve a salir.

Tus creencias definen tu realidad y tu mundo exterior es un reflejo de tu mundo interior. Como dicen en mi tierra, la vida es como la arepa, sabe a lo que tú le pongas!

Sin duda, 2020 ha sido un año de despertar para mucha gente. El simple hecho de haberlo sobrevivido ya es motivo de profunda gratitud…Y tú, ¿qué agradeces del 2020?

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