En esta entrada analizaremos el papel de las prácticas de yoga y meditación para apoyar y mejorar la fertilidad de las mujeres que se están preparando o están intentando concebir.
EL EFECTO DEL ESTRÉS EN LA INFERTILIDAD
El sistema hormonal de una mujer es altamente «sensible al estrés» [1]. El estrés puede afectar negativamente el delicado equilibrio de hormonas necesarias para una salud y fertilidad óptimas.
Una razón es que las hormonas del estrés, la adrenalina y el cortisol, disminuyen los niveles de progesterona y pueden provocar la constricción de los vasos sanguíneos del útero, lo que, según el Dr. Rahul Sachdev, especialista en endocrinología reproductiva e infertilidad de la Facultad de Medicina Robert Wood Johnson, puede impedir la fertilidad de la mujer [4].
El bajo nivel de progesterona es uno de los principales responsables de los abortos espontáneos. De hecho, ese fue el caso de mi segunda pérdida en la semana 5.
Además, si tu hipotálamo que es el centro de comando hormonal, percibe que estás en una situación continua de peligro, entra en un estado de supervivencia que no es apto para la procreación.
Por lo tanto, una mujer que está intentando concebir debe intentar minimizar los niveles de estrés en su vida tanto como sea posible, para darle a su cuerpo las mejores oportunidades. ¡La ironía es que la infertilidad causa más estrés!
Según un famoso estudio de la Dra. Alice Domar de la Facultad de Medicina de Harvard, los niveles de ansiedad y depresión de una mujer que sufre infertilidad están a la par de los de alguien diagnosticado con una enfermedad terminal [2].
Esto puede desencadenar un círculo vicioso: cuanto más estresadas estemos, más puede afectar nuestra capacidad de quedar embarazadas, ¡y entonces nos estresamos aún más!
Está claro entonces que el yoga para la fertilidad debe centrarse ante todo en controlar y reducir los niveles de estrés de la mujer. [3] Las herramientas de relajación y manejo del estrés que ofrece el yoga pueden proporcionar un maravilloso antídoto contra el estrés, en particular, el tipo adecuado de yoga centrado en la fertilidad, adaptado a los cambios energéticos y emocionales del ciclo.
YOGA ENFOCADO EN LA FERTILIDAD
Además de practicar técnicas de relajación y meditación para calmar la mente y el sistema nervioso que ayudarán a que el sistema hormonal de la mujer tenga mayor salud y equilibrio, el yoga para la fertilidad se centra en posturas que promueven la circulación de la sangre y la energía en la zona abdominal inferior.
Por lo tanto, el yoga para la fertilidad incluye posturas que crean espacio y suavidad en la parte inferior del abdomen, como Supta Baddha Konasana (postura de la mariposa reclinada).
YOGA, VITALIDAD y EMOCIONES
Cuando la búsqueda de la maternidad se vuelve un desafío, además del estrés, este proceso puede convertirse en algo realmente desgastante a nivel energético y emocional. La mujer se invade de miedos y un útero lleno de miedo no puede crear luz.
Ya de por sí, el crear una nueva vida requiere de muchísima energía, por lo que el Yoga enfocado a la fertilidad y al ciclo menstrual se puede convertir en un gran aliado.
Sus diferentes técnicas integrales pueden además ayudarnos a gestionar nuestras emociones de forma más eficiente, a liberar el miedo y a surfear armoniosamente los comentarios, la presión social y los roces que esta búsqueda pueda crear en la pareja.
CONEXIÓN DEL ÚTERO Y DEL CORAZÓN
La especialista en fertilidad y concepción consciente Rosie Matheson, dice que además de incluir posturas que aportan oxígeno, nutrientes y curación a los órganos reproductivos, es importante que la mujer cultive una conexión positiva con su útero.
«Para mí, la parte más sorprendente e influyente de esta práctica se encuentra en la relación entre el corazón de una mujer y su útero», explica Rosie.
Fomentar la camaradería y la conexión entre las mujeres y sus úteros siempre trae alivio y confianza en sus cuerpos y en sus procesos, y esto, en última instancia, conduce a una mayor fertilidad.
¿ES EL YOGA LA SOLUCIÓN A LOS PROBLEMAS DE INFERTILIDAD?
No. El Yoga y sus distintas técnicas cooperan dentro de un enfoque que debería ser siempre integral, entendiendo que somos un Ser Multidimensional: cuerpo, energía, mente, emociones y espíritu.
Estas técnicas deben estar siempre acompañadas de una esquema de alimentación adecuado para fomentar el equilibrio hormonal.
Por otro lado es importante descartar bloqueos que puedan venir del inconsciente, ya sea por programaciones mentales, golpes emocionales o heridas que se hayan heredado a través del linaje…porque sí, los traumas se heredan a través del ADN, y esto está demostrado científicamente, pero de esto hablaremos en otra publicación.
Es por ello que los tratamientos de reproducción asistida tienen una tasa de éxito tan baja, ya que en la mayoría de los casos no se realiza un abordaje integral.
También hablaré en otra entrada de cómo este enfoque me ayudó a ser madre de forma natural y sin drama, convirtiendo mi proceso de traer vida al mundo en un camino de transformación y en el milagro que realmente representa.
Referencias:
[1] “…el ciclo menstrual es el sistema sensible al estrés en las mujeres. Así que piense en los síntomas menstruales como una señal de alerta temprana para su salud en general”. – Alexandra Pope, “El genio salvaje”, pág. 144
[2] Aquí hay una sinopsis de este estudio realizado por la Dra. Alice Domar:http://www.mindbodyinfertility.com/supporting-research.html#group
[3] La investigación realizada por la Dra. Alice Domar señala la eficacia potencial de las técnicas de manejo del estrés cuerpo-mente, que incluyen el yoga, como beneficiosas para la fertilidad: http://www.mindbodyinfertility.com/supporting-research.html
[4] Artículo Yoga Journal, “Cuando quieres tener un bebé… pero no puedes” http://www.yogajournal.com/article/lifestyle/when-you-want-to-have-a-baby-but-can-t/
