Causas Emocionales de las Afecciones Femeninas – Parte 1

 EMOCIONES Y SALUD DE LA MUJER

Muchas mujeres consiguen mejorar los síntomas de diversas afecciones femeninas a través de un cambio en sus hábitos, tratamientos médicos (que hasta incluyen cirugías) o tratamientos alternativos como la acupuntura o la homeopatía. Sin embargo, a pesar de ello no logran librarse completamente de la enfermedad. Las mejoras pueden ocurrir a nivel físico pero para sanar de raíz hay que ir al interior. 

Como he comentado en otras entradas, somos un ser multidimensional por lo que muchas veces no basta solo con tratar de ‘reparar’ nuestro cuerpo físico ya que tenemos una componente energética, mental, emocional y espiritual.

Según el Yoga la sanación sólo puede ocurrir cuando libramos el bloqueo de todas las dimensiones de nuestro Ser y eso ocurre cuando logramos el aprendizaje que conlleva cualquier situación de salud. Sanar es como pasar un examen en la universidad de la vida. 

Cada vez hay más científicos y neurocientistas que estudian las relación de las causas emocionales de las enfermedades así como el poder de la mente y de la fuerza de voluntad para curarse. Existen varias disciplinas que estudian la influencia de los estados emocionales en el organismo.

Tenemos a Ryke Geerd Hamer, médico alemán creador de la Nueva Medicina Germánica; el autor de Las Causas Anímicas de las Enfermedades Björn Eybl; al creador del método bioneuroemoción, Enric Corbera; el diccionario de biodescodificación Joan Marc Vilanova i Pujó y por supuesto a Louise L. Hay una de las precursoras de este movimiento. Muchos otros autores como Joe Dispenza y David Topí sostienen también este enfoque.

Según ellos, la medicina convencional es fantástica para el diagnóstico y el alivio de los síntomas de forma temporal, pero hasta que no haya un desbloqueo a nivel energético, sea de forma consciente o inconsciente, la enfermedad no sanará y podrá reaparecer para sacudirnos y encauzarnos hacia nuestra evolución espiritual.

DESEQUILIBRIO HORMONAL, MENSTRUAL Y UTERINO

Todo lo que acontece en torno al ciclo menstrual y la menstruación refleja cómo una mujer afronta y siente la vida, ofreciendo un reflejo objetivo y sincero de cómo vive su feminidad. Los problemas relacionados al aparato reproductor responden, en origen, a un rechazo inconsciente de ser mujer.

La desconexión de una mujer con su ciclo puede comenzar con una experiencia negativa en torno a su menarquia, y esto puede tener repercusiones en la forma en que afronta sus diversas situaciones como mujer. La menarquia, o la primera regla, es un punto importante en la vida de una niña, ya que indica su transición de «la naturaleza lineal de la infancia a la naturaleza cíclica de la mujer».

Por ejemplo, la mujer que sufre dismenorrea (dolor menstrual) expresa un rechazo a su imagen femenina y, sobre todo, a las normas y reglas, ya sean culturales o sociales, que son vistas como condicionantes y denigrantes. Son reglas que someten, que limitan y coartan su libertad física y emocional.

La primera infancia de la mujer puede aportar información vital para entender los programas inconscientes que conducen a conflictos con la feminidad, como por ejemplo:

• Normas familiares con respecto a los rangos de hermandad, así como la relevancia y funciones asignadas a hijos e hijas generan un conflicto que se acentúa a partir de la pubertad. La joven interioriza que ser mujer sólo implica inconvenientes como, por ejemplo, gozar de menor permisividad o verse desposeída de su rango de primogénita en favor de un hermano varón nacido después, etc.
• Puede haber recibido por parte de sus padres serias advertencias –explícitas e implícitas- de los peligros de un embarazo prematuro y no previsto. Esto inculca en ella el sentimiento de culpabilidad y la visión de su sexualidad como algo prohibido y sucio. Esto puede detonar sentimientos de culpa y angustia en la mujer.
• Cuando la dismenorrea se presenta acompañada de vómitos o náuseas puede implicar no sólo una situación emocional de miedo sino también un drástico rechazo de los cánones socio-culturales y las normas disciplinarias familiares que le han sido impuestas e inculcadas desde la niñez. Pueden reflejar un sentimiento de asco hacia ese modelo femenino que se rechaza o incluso a experiencias vividas como sucesos de carácter sexual fuera de la norma.
• En general, la mujer que sufre dismenorrea no sólo rechaza su feminidad y el modelo de madre / pareja / mujer que se le ha impuesto sino también las normas y roles de su sexo por considerarlos limitantes e injustos.
• Es posible que haya aprendido que ser mujer no es bueno en su sociedad porque tiene que vivir una serie de cargas, que puede sentir como injustas, como tener y cuidar del bebé, aguantar el deseo masculino, ganar menos que los hombres, etc. Al mismo tiempo, podría culpar a los hombres por tener ciertas ventajas como mejores puestos de trabajo con menos esfuerzo, orinar de pie, o cualquier otra cosa. De hecho es posible que a veces desee haber nacido hombre.
• La relación de su padre con su madre. Si fue una pareja donde la palabra, la opinión y las libertades de la madre fueron subyugadas.
• Otros paradigmas sociales como: las mujeres no pueden estar juntas, las mujeres son conflictivas o chismosas, donde hay muchas mujeres hay problemas, es mejor tener amigos hombres, entre otras perspectivas misóginas, podrían también crear un bloqueo emocional y rechazo hacia el propio género.

Luego tenemos otros bloqueos que pueden ir sucediendo a lo largo de la vida, no solo durante la infancia o la menarquia. Por ejemplo la violencia y el abuso de género tiene un amplio espectro de situaciones que podrían ocasionar conflictos su nuestra feminidad. Van desde lo físico, verbal o sexual. También pueden ser situaciones de rechazo, de desamor e irrespeto por parte de una pareja.

Por otra parte, hoy en día el aspecto sagrado de la menstruación ha dado paso al tabú, a la incomprensión, a la infravaloración e incluso a la alteración de nuestro sistema endocrino hasta el aniquilamiento de la regla (anticonceptivos que reducen la regla a 1 o 4 anuales). Es como si la ciclicidad de la mujer se hubiera convertido en un inconveniente en un mundo masculino y lineal. Hay que cambiar el chip.

DICCIONARIO DE BIODESCODIFICACIÓN 

La lista de ejemplos puede ampliarse mucho más pero si se quiere estudiar alguna afección particular es aconsejable consultar algún diccionario de biodescodificación.

Este diccionario es una lista de muchas enfermedades con su correspondiente significado desde el punto de vista psico-emocional. Es decir que explica dónde está, a criterio de esta rama de la medicina alternativa, el origen de una patología y apunta a poder prevenir su aparición a partir del control emocional.

Es importante tener en cuenta que se comporta como una guía y como una aproximación al tema. No se usa para hacer un diagnóstico, porque cada persona es única y por lo tanto, también lo es su forma de expresar físicamente sus emociones.

Sin embargo, gran parte de los seres humanos comparten el sentido biológico y simbólico de los órganos y sistemas, por lo que hay ciertos patrones que tienden a repetirse. Es por eso que el diccionario puede usarse como puerta de entrada al tema de la biodescodificación.

Si padeces de alguna afección lo que encuentres aquí podrá darte pistas y eventualmente llevarte a reflexionar sobre aquellas programaciones psicoemocionales que podrían estar bloqueando tu salud.

EL AUTOCONOCIMIENTO COMO CAMINO DE SANACIÓN

Patanjali, quien creó el camino óctuple del Yoga hace más de 2000 años nos dice “estudiarse a sí mismo es descubrir lo divino”. Practicar la autorreflexión, la observación y el estudio del yo nos hace más conscientes de las cosas que hacemos que nos dañan, además de las cosas que nos sirven para acercarnos a nuestro verdadero yo. “Conócete a ti mismo” se encontraba inscrita en la entrada del templo del dios Apolo, en Delfos, es interpretada como el saludo que el dios dirigía a los visitantes de su templo, deseándoles sabiduría.

Toda mujer con afecciones femeninas ha de analizar y reflexionar, de ser posible con ayuda de un terapeuta, las posibles situaciones que han incidido o están incidiendo con mayor fuerza en su vida. Es parte de este camino de autoconocimiento. Desde la comprensión que obtenga podrá contemplar su vida con una capacidad muy distinta que, entre otras cosas, le permitirá darse cuenta de que muchas veces lo que ha interiorizado como normas presuntamente inamovibles no son sino creencias.

Las creencias se pueden cambiar y, con ello, disolver las emociones dañinas que causan la enfermedad. De este modo, la mujer estará en disposición de revisar, corregir y deshacer patrones impuestos que le impiden reconocerse, valorarse y respetarse en plenitud y armonía consigo misma como mujer, como madre, como pareja y como SER libre de ataduras.

DESBLOQUEA TU FEMINIDAD Y COMIENZA A REPROGRAMARTE

Descubre las creencias que te impiden amar a tu género y amarte como mujer, o de aceptar a los hombres tal y como son. Entiende que sin menstruación simplemente no existiríamos.

No es que ser mujer o ser hombre sea mejor o peor, tu cuerpo quiere que entiendas que cada uno es maravilloso a su manera, y que no necesitas compararte, ni rechazar a los hombres, ni lamentarte de ser mujer. Aprende a perdonar las diferencias que ves entre hombres y mujeres, aceptándote como parte maravillosa del equilibrio de la naturaleza.

Una vez identifiques el bloqueo a nivel mental y emocional puedes regrogramar tu subconsciente utilizando herramientas como la auto-hipnosis y crear tus propias afirmaciones.

Una herramienta muy poderosa del Yoga es el Niyama Svadhyaya: el estudio de sí mismo y de las escrituras espirituales. Leer las escrituras espirituales ayuda a entonarse con la sabiduría del autor y llena la mente con ideas positivas. Svadhyaya también incluye la repetición de mantras. Esta práctica eleva la mente, elimina pensamientos negativos y nos ayuda a limpiar el subconsciente.

En la próxima entrada enumeramos una a una las diversas afecciones femeninas con su correspondiente emocional.